Descripción
El Aceite puro de Argán, también conocido como “oro del desierto” y “oro líquido” debido a su color dorado traslúcido, es un producto cosmético exento de procesos químicos.
Se obtiene de los frutos de los árboles de Argán (Argania spinosa) y su extracción es por primera presión en frío, sin torrefactar las semillas, lo que le aporta ese tono dorado y un olor casi inapreciable.
Su uso se remonta a los fenicios, pero fueron los bereberes los primeros en empezar a utilizarlo con la misma finalidad que lo hacemos ahora nosotros, convirtiendo este árbol en un símbolo marroquí.
Las propiedades del aceite de argán
Se compone, en su mayoría, por un alto porcentaje de ácidos grasos esenciales, como son el linoleico y el oleico, antioxidantes como los tocoferoles (Vitamina E), Vitamina A, y fitosteroles.
Para poder aprovechar al máximo sus propiedades es recomendable conservarlo a una temperatura cercana a los 25 grados.
¿Por qué usarlo?
De entre todos los beneficios que tiene este aceite, el más común es el tratamiento facial y capilar. En el cabello aporta brillo, suavidad e hidratación favoreciendo la restauración y cuidado de tu pelo. Un acondicionador natural simplemente perfecto.
El uso regular en periodos estivales ayuda a que tu cabello no se dañe con tanta facilidad después de la exposición solar, el cloro de las piscinas o la sal del mar.
El modo de empleo resulta muy sencillo, tan solo debes verter unas gotas en la mano y aplicarlo masajeando la zona a tratar.
Beneficios del aceite de argán
El Aceite puro de Argán aporta grandes beneficios y resulta ideal para el mantenimiento de las uñas y la hidratación y nutrición facial y corporal.
A pesar de que su composición se basa en un ochenta por ciento de ácidos grasos este aceite no engrasa. Sí, como lo oyes, así que no debes preocuparte de si tu piel es o no es adecuada para este tipo de tratamiento.
El aceite de argán no engrasa pero si penetra fácilmente en la piel. Esto favorece la cicatrización de heridas y quemaduras o la mejoría de las estrías. También lo podemos usar en la prevención de acné o el crecimiento de hongos.
Se trata del producto natural perfecto para rejuvenecer y cuidar tu piel aportando luminosidad, flexibilidad y suavidad. Sus propiedades antioxidantes ayudan a retrasar el envejecimiento de la dermis.
También nos sirve como base ideal para añadirle algún aceite esencial con otras propiedades que aumenten los beneficios que estamos buscando. Algunos de ellos pueden ser el aceite esencial de jara, el de ciprés, el de lavanda u otros.
Utilizándolo dos veces al día, por la mañana y por la noche sobre la piel limpia y seca, en muy poco tiempo vas a notar todos los efectos que nos regala este aceite.
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